Un tercio de los alimentos que se producen en el mundo se desperdician en el campo, en el transporte, restaurantes, supermercados o simplemente se desechan. De acuerdo con cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer mayor emisor de gases de efecto invernadero por detrás de China y Estados Unidos.
Estados Unidos, uno de los países con mayor relevancia en las exportaciones e importaciones de alimentos tiene un gran problema de desperdicio. “En los Estados Unidos, hasta el 40 por ciento de los alimentos que se producen cada año se desperdician. Eso se traduce en una pérdida económica de $218 mil millones de dólares por año y, a nivel individual, una familia de cuatro gasta, en promedio, $1,500 o más dólares, por año, en alimentos que nunca se comen”, comentó Elizabeth Balkan, directora de desperdicio de alimentos del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales.
Para que un alimento llegue del campo a una mesa o un restaurante es necesario que ocurran muchas cosas, primero, se destinan recursos a la producción, fabricación, transporte, almacenamiento y distribución, en el caso de que ese alimento sea desperdiciado, también se desperdiciaron los recursos utilizados para que el alimento llegará a la mesa del consumidor. Aunado a esto, los alimentos desperdiciados contribuyen al daño ambiental al liberar metano. Es por todo esto que los gases de efecto invernadero asociados con el desperdicio de alimentos ascienden a aproximadamente 37 millones de vehículos de pasajeros en la carretera.
¿Por qué se desperdicia tanto alimento?
Una de las principales causas es el comportamiento de los consumidores. Por ejemplo, en los restaurantes la gran mayoría del desperdicio de alimentos proviene de lo que queda en los platos de las personas o de los desperdicios posconsumo. Otro ejemplo es que los supermercados deben tirar algunos productos porque tienen algún defecto visual a pesar de que la fruta y verdura se encuentre en buenas condiciones de consumo.
Algunos países han tomado acciones para reducir el desperdicio alimentario, por ejemplo, Francia tiene una ley en la que las grandes tiendas de comestibles del país tienen prohibido tirar los alimentos no han vendido. Ahora estas empresas deben tener sistemas establecidos para donar esos alimentos, de esta manera, reducen el desperdicio y apoyan a personas con problemas económicos.
Fuente: Public Broadcasting Service
