La nueva Administración de Estados Unidos contará con nuevos y viejos nombres de la administración de Obama en funciones clave para dar forma al sistema de alimentación y agricultura de dicho país. David Scott (demócrata por Georgia) tomará el lugar Collin Peterson (demócrata por Minnesota) en Capitol Hill como presidente del Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes. Mientras se espera que la senadora Debbie Stabenow (D-Mich.) vuelva a su puesto anterior durante la Administración Obama como presidenta del Comité de Agricultura del Senado.
Tom Vilsack, un viejo conocido de la Administración de Obama, ha sido nominado para volver como Secretario de Agricultura. Esta acción ha provocado la crítica de algunos partidarios de izquierda del Partido Demócrata por su familiaridad con las organizaciones agrícolas y alimentarias tradicionales, además de sus comentarios sobre el cambio climático y las relaciones minoritarias. Pero Vilsack posee una amplia experiencia y conocimiento de todos los aspectos del sistema alimentario y el apoyo de la comunidad agrícola.
Sin duda, el nuevo grupo de liderazgo aporta mucha experiencia en la alimentación y la agricultura. Pero los desafíos que enfrenta el sistema alimentario estadounidense son muy diferentes a los de hace unos pocos años. El cambio de administración trajo consigo una serie de prioridades nuevas y actualizadas, y una visión muy diferente del papel del gobierno para hacer frente a esos desafíos.
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Se espera que la administración de Biden se centre en estos temas:
COVID-19. Su prioridad más inmediata será la de frenar la propagación de coronavirus, garantizar el acceso de vacunas en las zonas rurales y el apoyo económico continuo para los más dañados por el cierre.
Cambio climático. Probablemente muchas acciones inmediatas involucrarán varias órdenes ejecutivas en lugar de una legislación contenciosa que se acostumbra y que requiere mucho tiempo. La creación de un “mercado de carbono” para la agricultura será un tema de debate popular.
Aunque el enfoque en el cambio climático no es una sorpresa, la comunidad agrícola se mantiene a la expectativa sobre el enfoque que se abordará. Los líderes agrícolas instan a apoyar el esfuerzo de actuar responsablemente en asuntos que afectan el clima y el medio ambiente.
Con políticas que promuevan y recompensen las acciones positivas se obtendrían mejores resultados que las amenazas de castigo por incumplimiento. Esto seriviría mejor para dar rienda suelta a las capacidades creativas y empresariales del sector agrícola, mucho más las reglas y regulaciones diseñadas principalmente por burócratas.
Desarrollo y revitalización económica rural. Desde hace años se ha observado una disminución de ingresos agrícolas netos y pagos directos masivos del gobierno, Por esta razón los legisladores junto con los funcionarios de la administración buscarán poner a disposición paquetes más grandes y completos para estimular la actividad económica rural. Además de proponer iniciativas para promover la generación de empleos “verdes”, ampliar los servicios de atención médica y mejorar el acceso de banda ancha.
Igualdad Social. Sobre esto particularmente los líderes del congreso han expresado que se requiere abordar la desigualdad económica que se ha observado especialmente en minorías, operadores ganaderos y agrícolas. Buscan discutir cuestiones como salarios, condiciones laborales, derechos y otras preocupaciones.
Relaciones con China. Está claro que China es el mercado más importante para los intereses económicos de los ganaderos y agricultores del país norteamericano. Es por ello que la actual administración se esforzará para promover un enfoque multilateral que consiga mejores relaciones y el cumplimiento de los ambiciosos compromisos de compra de los chinos seguirán siendo las principales prioridades. Debido a esto se evaluarán las relaciones generales entre ambos países con énfasis en la construcción de coaliciones lejos del enfoque bilateral que se manejaba hace unos años.
Mejores oportunidades comerciales. Se obtará por un modelo de negociación más tradicional que deje atrás el enfoque de “Estados Unidos primero” de los últimos años basado en torno al “compromiso constructivo”. Esto no quiere decir que las negociaciones comerciales bilaterales se abandonarán, por el contrario se conservarán y ayudarán a abrir nuevas oportunidades de mercado.
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Por encima de los comités agrícolas
No cabe dudas de que los comités de agricultura serán el centro de gravedad en la elaboración de la política alimentaria y agrícola. Pero existen otros factores a considerar en el Congreso.
Impuestos. Las economía y la administración del dinero son fundamentales en esta área de interés tan importante, sobre todo cuando los candidatos y funcionarios de una nueva era política centran su atención en el tema de los “ingresos”. Con todos los desafíos que ha traído consigo la pandemia junto con una agenda especialmente ambiciosa no pueden llevar a otra cosa que una revisión de las leyes tributarias. Posiblemente se tenga que examinar una variedad de políticas fiscales, impuestos sobre donaciones, herencia, reglas contables, ganancias sobre capital y más.
Tecnología. El Congreso busca seguirle el ritmo a la actual expansión de los avances tencnologicos. Y con el surgimiento de nuevos grupos de ciencia y tecnología se está abordando la necesidad de comprender y guiar de manera constructiva el papel del sector en cada aspecto de la vida, desde el huerto a la mesa.
Cuidado de la salud. Una de las lecciones que nos enseñó la pandemia fue que debemos mejorar la prestación de servicios de salud en todo el país, sobre todo en zonas rurales con un sistema de salud prácticamente inexistente. La Administración Biden ha dicho que dará prioridad a la revitalización económica de las zonas rurales de Estados Unidos, así como la construcción de instalaciones de atención médica y desarrollo de servicios.
Infraestructura. Un tema clave para esta administración es el mantenimiento de carreteras y puentes pues son componente importantes de la cadena alimentaria moderna, y la mayoría de las autoridades locales estarán de acuerdo en que es necesario hacer más para mantener y mejorar lo que ya existe. El problema no es dónde ni cuándo empezar sino cómo pagarán estos gastos.
Fuente: AG WEB y Dirt to dinner
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