Hay más cosas en juego además de la salud pública que dependen de los resultados de las vacunas COVID-19. A lo largo de esta pandemia hemos visto los impactos políticos y económicos en todo el mundo, y se espera que estas repercusiones perduren durante las próximas décadas, el resultado de estas pruebas afectarán la economía y la salud pública de todos los países.[metaslider id=5544]
Por tanto no es para nada exagerado decir que el éxito (o fracaso) de las campañas de vacunación tendrán efecto en el futuro de la biotecnología, la nanotecnología, la robótica y desarrollo de nuevas vacunas.
Biotecnología. 2021 por desgracia este podría ser el año con el mayor número de oportunidades que debe perder la biotecnología agrícola. En el 2020 las desarrolladoras de la tecnología de edición del genoma que utiliza CRISPR-Cas9 fueron acreedoras a un Premio Nobel y la falta de medidas regulatorias significativas sobre cultivos genéticamente modificados por parte de las mayores economías de occidente serían algunas de esas oportunidades.
El tiempo y la situación actual ha promovido una creciente conciencia en todo el mundo sobre el rol de la biotecnología para el desarrollo de vacunas de ARNm del SARS-CoV2 eficientes y seguras, lo que sin dudas ayudaría a la biotecnología a conquistar un nuevo territorio, para ello necesita la aprobación regulatoria en la Unión Europea, China y economías africanas clave y basta con abordar adecuadamente los problemas inherentes al retroceso de la producción agrícola.
Nanotecnología. Las vacunas de Pfizer y Moderna contra COVID-19 aprobadas en los EE. UU. hacen uso de nanopartículas de lípidos para transportar ARNm. El éxito de estas tendrá un impacto positivo en la percepción de la población y aliviará sus preocupaciones, permitiendo a la nanotecnología tener más oportunidades de desarrollo y aplicaciones. Actualmente las nanopartículas son ampliamente utilizadas en colorantes de alimentos, transportadoras de sabor, nanofertilizantes y nanoplaguicidas.
Algunas de las promesas de esta área de la ciencia son el desarrollo de recubrimientos comestibles y nanopartículas antioxidantes para frutas y verduras capaces de retrasar el deterioro de los alimentos. Es probable que la nanotecnología obtenga una aceptación más amplia en la seguridad alimentaria: los recubrimientos que previenen la bioincrustación, nanoburbujas de ozono y otros gases en soluciones acuosas se pueden utilizar para limpiar superficies, incluidas las superficies de los productos.[metaslider id=5512]
Vacunas en general. Un despliegue mundial exitoso de las vacunas contra el SARS-CoV2 abrirá el camino para una implementación más amplia de futuras vacunas. Existe solo una pequeña ventana de oportunidad para el desarrollo y uso generalizado de la vacunación para controlar las enfermedades humanas antes de que los críticos de las vacunas recuperen su voz en el ecosistema mediático mundial.
Por otro lado, disponer de la tecnología de las vacunas en áreas de la agricultura ayudaría a combatir algunos patógenos capaces de “saltar” del ganado a las personas, como los virus de la influenza A (influenza porcina H1N1, virus de la influenza aviar), E. coli patógena en ganado, Salmonella en aves de corral, junto con otros virus y bacterias que causan pérdidas multimillonarias en la agricultura animal.
Robótica. El último año nos hizo ver lo doloroso que ha sido la pérdida de la fuerza laboral esencial a escala global. A pesar del éxito tan variable que ha tenido en las últimas décadas el coronavirus nos ha enseñado que es muy necesaria la inversión masiva en I+D en robótica para protegerse contra futuras interrupciones.
Fuente: The Packer y DW
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