Esta semana se presentó un suceso en el estado de Texas, miles de carros formaron una línea para poder recoger comestibles en un banco de alimentos ubicado en Dallas, Texas. Se estima que el Banco de Alimentos del Norte de Texas (NTFB) distribuyó más de 600,000 libras de alimentos para unas 25,000 personas el sábado 14 de noviembre.
Estos datos revelan el fuerte impacto económico que ha dejado la pandemia en el bolsillo de los residentes de esa ciudad y del estado. La semana pasada, Texas se convirtió en el primer estado de Estados Unidos en reportar 1 millón de casos de COVID-19.
La portavoz de la NTFB, Anna Kurian, dijo a CNN que la necesidad de alimentos “ciertamente ha aumentado” con la pandemia, ya que ha provocado la pérdida de trabajos de trabajo, así como altas facturas hospitalarias para quienes necesitaban tratamiento para el virus.
Además, había muchos recién llegados al evento del banco de alimentos, “el cuarenta por ciento de la gente que entra por las puertas de nuestros socios lo hace por primera vez”, señaló Anna Kurian.
En el mes de octubre, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos anunció la autorización de $500 millones de dólares para una cuarta ronda de compras para el Programa de cajas de alimentos Farmers to Families del USDA. Lo que sumado a las rondas pasadas, situaría las compras totales del gobierno a través del programa en alrededor de $3.5 mil millones de dólares.
Parece que a pesar de toda esa ayuda, hay muchas personas que necesitan y van a necesitar más alimentos para poder cubrir sus necesidades básicas.
Fuente: CNN y UNILAD
