En estos tiempos donde la seguridad alimentaria es uno de los temas más importantes, la industria de los alimentos frescos se encuentra atenta a los posibles riesgos para proporcionar tranquilidad y confianza en el consumidor. El pasado 5 de febrero la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos lanzó una campaña para recolectar muestras de lechuga romana de refrigeradores comerciales en la región de cultivo del condado de Yuma, Arizona, durante la temporada de cosecha actual.[metaslider id=5544]
Dichas muestras se analizarán para detectar Escherichia coli, la cual produce la toxina Shiga y Salmonella. Esta vigilancia hacia los alimentos surgió gracias al brote multiestatal de E. coli en el 2018 de una enfermedad transmitida por los alimentos relacionada con la lechuga romana de la región agrícola de Yuma. La lechuga romana será analizada desde febrero y la FDA busca tomar muestra hasta el final de la temporada de cosecha en Yuma. En cuanto a la toma de muestras, se llevarán a cabo en las instalaciones comerciales de almacenamiento en frío, el enfoque en estos sitios permite a la FDA recolectar muestras de manera eficiente de múltiples granjas en ubicaciones centralizadas. Se planea la recolección y análisis de aproximadamente 500 muestras de lechuga romana. Cada muestra constará de 10 submuestras y cada una estará conformada por al menos 300 gramos de lechuga romana.[metaslider id=5512]
Para llevar a cabo esta labor, la FDA tiene a su disposición un laboratorio independiente ubicado en Arizona, cerca de los sitios de recolección. El uso de este laboratorio representa un punto a favor, ya que ayudará a reducir en gran medida el tiempo entre la recolección de la muestra y la notificación de los resultados. Asimismo, la agencia se encuentra tomando las precauciones necesarias para garantizar la seguridad de los investigadores y empleados ante el COVID-19.
Fuente: Produce Blue Book
[metaslider id=5701]