A causa de la pandemia causada por COVID-19, diversos gobiernos han intentado tomar medidas para poder rescatar y recuperar la economía de los países. Una de estas medidas ha sido cambiar el régimen de insolvencias con el fin de evitar que las empresas caigan en bancarrota. Esta medida incluye la suspensión temporal de aplicaciones de insolvencia en las cortes de bancarrota, previniendo que las empresas con créditos inicien un procedimiento de insolvencia. Se espera que estas medidas de apoyo a las empresas tengan vigencia hasta diciembre de 2020, aunque hay países en los que no hay una fecha límite propuesta.
Países como Bélgica, Italia y España, han estipulado leyes que congelan temporalmente los procedimientos de insolvencia o declaran inadmisibles las quiebras. Esto significa que los acreedores no pueden apelar ante los tribunales por la quiebra o bancarrota de una empresa que no puede cumplir con sus obligaciones de pago.
Por otra parte, países como Singapur y Australia han tomado medidas como el aumento del umbral de endeudamiento para las empresas que quieran declararse en quiebra. Además, países como Países Bajos, Suecia, Dinamarca, Irlanda, el Reino Unido y los Estados Unidos no han realizado cambios importantes en sus regímenes de insolvencia como respuesta al COVID-19, sin embargo, se espera que durante los próximos meses haya medidas con respecto a la protección de las empresas de esos países.
Dichas medidas impuestas por estos gobiernos buscarán ayudar a corto y mediano plazo a que las empresas tengan una mejor solvencia, puedan sostenerse y sobrevivir a la crisis económica causada por COVID-19.