Las investigaciones de seguridad alimentaria de las autoridades canadienses y estadounidenses identificaron a la lechuga romana del Valle de Salinas como una fuente recurrente de brotes de E. coli de 2016-19. Como resultado, la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos, CFIA, estableció medidas para que los productores de lechuga romana de esa región tuvieran que certificar que sus productos no sean una fuente de E.coli.
Esta medida ha presentado problemáticas para los importadores canadienses, productores y posiblemente para los consumidores. Debido a que se tiene que seguir esta medida de seguridad alimentaria, se espera que el costo adicional por cartón de lechugas será de $1 a $2 dólares.
Como medida temporal, los importadores canadienses han adquirido producto fuera del Valle de Salinas, la zona a la que se le impuso la regla de certificación, sin embargo, esto no es sostenible para cumplir con la demanda canadiense. Esta producción terminará y los compradores tendrán que buscar productos en el Valle de Salinas.
Los dos países buscan llegar a un acuerdo. “Sé que las asociaciones comerciales aquí en los EE. UU. Y Canadá están trabajando con la CFIA para tratar de hacer que este sistema sea lo más eficiente posible, pero espero que podamos encontrar una manera de reducir los costos porque esto solo agrega una cantidad tremenda al costo de los bienes para nuestros consumidores canadienses” comentó Robert Verloop, director de operaciones de Coastline Family Farms.